miércoles, 7 de enero de 2015

BORGES LECTOR de Nietzsche y Carlyle
Ensayo
Sergio Sánchez
Editorial Universidad de Córdoba
Córdoba, 2014,


Sánchez, lector de Borges

Pese a los temores expresados alguna vez por Jorge Luis Borges, la especie de los lectores no se ha extinguido completamente y Sergio Sánchez es un notable ejemplar de la misma.  Le caben, acaso, dos adjetivos de estirpe borgiana: es lector infatigable y minucioso, y ha seguido con ahínco y lucidez de baquiano las lecturas nietzscheanas y carlyleanas de Borges. Para quienes, como yo, no acostumbramos a internarnos por los laberintos de las citas, menciones y alusiones, sino que nos conformamos con leer de corrido y aún de apurado, la deconstrucción y reconstrucción del discurso borgiano que se nos ofrece en estas páginas es una figura cautivadora. Hay un Borges, justo es decirlo, bastante parecido al que nosotros imaginábamos, pero al que se accede y certifica por medio de una certera erudición: de pronto tuve la impresión de estar leyendo el Finnegan’s wake orientado por los sabios comentaristas de James Joyce, esto es, de estar penetrando la trama del tapiz.
 

 De esta lectura de lecturas se sigue que el estilo de un escritor (y de un lector) no es una cuestión prescindible de ornato superficial, sino que encarna en gramática las vicisitudes de un hombre en su relación con los otros hombres, o lo que es lo mismo, de un libro con los otros libros, de ahí que su tono escéptico aliente expectativas de convivencial pluralidad. Una sola disonancia con muchos y muy autorizados textos: no comparto la condena del Also sprach Zarathustra, entiendo que sus énfasis son esencialmente irónicos, aunque en este caso como en otros, la ironía traicionó a su autor y este fue celebrado por aquellos a los que condenaba y fue condenado por los que debían celebrarlo.

Daniel Vera, 2015.

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